Playa del Carmen.- Este jueves trabajadores de Servicios Públicos Municipales encontraron 4 cuerpos desmembrados en inmediaciones del fraccionamiento Villas del Sol.
Tras el hallazgo peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizaron las averiguaciones correspondientes en coordinación con personal del Servicio Médico Forense (SEMEFO) por lo que, hasta el momento, se ha podido identificar a uno de los ejecutados.
El sujeto respondía al nombre de Víctor Manuel Brito Balam de 22 años de edad y originario del estado de Tabasco. La identificación se pudo realizar gracias a los antecedentes delictivos, por robó y secuestro exprés, con lo que contaba el masculino.
Así mismo tenía una buena orden de aprehensión vigente en su contra.
El pasado 02 de febrero, el occiso fue detenido junto con otras tres personas de nombre Ubenses «N», Gerardo «N» y Michelle «N» luego de que asaltaron una casa habitación en el fraccionamiento Misión del Carmen y mantuvieran privados de la libertad a los habitantes.
De acuerdo con la carpeta de investigación FGE/QROO/SOL/02/667/2022, la víctima S.A.N.S manifestó que eran aproximadamente las 9:50 de la noche del 1 de febrero y se encontraba durmiendo con su esposo de nombre M.A.C. en la habitación de la planta alta de su domicilio ubicado en la calle Santa Mónica con cerrada Tepeyac del fraccionamiento Misión del Carmen cuando escucho ruidos extraños pero no le prestó mayor atención, poco después escucho como abrieron la puerta corrediza del balcón de su cuarto; en ese momento su esposo se levantó, se acercó a la ventana y un hombre les dijo que era un asalto.
Los malechor le pregunto al señor cuántas personas habían en la casa, a lo que respondió que tenía familia en los otros cuartos y le pidieron tiempo para vestirse y sacar sus cosas de la casa.
La mujer logró detectar que eran dos hombres uno vestía playera blanca similar al uniforme de los taxistas y el segundo llevaba playera negra con estampado de león
Uno de los ladrones les dijo que les daba un minuto para salirse de su casa por lo que después de vestirse salió del cuarto y ayudó a su hija a cargar a su bebé y agarraron todo lo que pudieron, bajaron de las habitaciones, salieron de la casa y se dirigieron al portón.
Allá había otros sujetos y uno gritó al esposo que abriera el portón y lo hizo. Al abrir la puerta estaba una muchacha que vestía un suéter negro con rojo y unos guantes blancos, la cual estaba hablando por teléfono, también había un señor gordo, alto y güero, y otro hombre de playera beige con verde y camisa azul con rayas blancas.
El hombre gordo le gritó a los demás «entren, entren y revisen todo» y siguieron las órdenes.
La familia intento salir de la casa pero el sujeto les dijo que «no, como se van a ir» y el esposo mencionó que uno de los asaltantes les dijo que se fueran de la casa. En ese momento la única mujer de los asaltantes, interrumpió su llamada y dijo «no se van a ir ni que la verga vayanse a la sala a sentar» y luego siguió hablando por teléfono.
Los afectados se quedaron en la sala, derrepente sonó el celular de la mamá y era un conocido de nombre R.M, quien le pregunto si todo estaba bien porque la escuchaba rara y le respondió que «unos hombres se metieron a asaltarlos», la malechor se percató y de inmediato aviso a sus cómplices, «esa verga está dando el pitazo», grito.
En eso el gordo ordenó que los amarraran y que los metieran a un cuarto, «van a amanecer embolsados y descuartizados», mencionó. La mujer cómplice dijo «ya se los llevó su puta madre, órale al cuarto y dejen sus celulares».
Para asustar a la familia los hombres se levantaron la playera y mostraron las pistolas de color negro que llevaban. El gordo le dijo a la mujer que iba a pedir un arma para dispararles. La mujer afectada exclamó que no estaban haciendo nada malo para que los manten y que tenían a un bebé pero el sujeto dijo que le valía madre y que iban a agarrar parejo.
Procedieron a quitarles los celulares y llevárselos a un cuarto. Los mantuvieron encerrados. Minutos después la mujer asaltante gritó: «ya a la verga, a la verga, ya viene la policía». Se subieron a sus vehículos y solo lograron escuchar los quemones de llanta. Rápidamente el señor de la casa salió corriendo a la calle y logró ver qué uno de los vehículos era un taxi color blanco con franja azul y número económico 2360 de Playa del Carmen y el otro era una camioneta color gris.
Pronto llegó una patrulla, le pidieron auxilio y le explicaron los sucedido. Los oficiales subieron a todos a la unidad policial e iniciaron la persecusión de los delicuentes. Lograron ubicar al taxi y lo siguieron hasta el fraccionamiento Palmas dónde el vehículo de transporte público chocó contra la patrulla.
En el interior del automóvil se encontraban las cuatro personas que habían asaltado la casa y los amenazaron con pistolas.
Los uniformados detuvieron a los asaltantes y los pusieron a disposición de la FGE por el delito de robo y secuestro exprés.
Sin embargo, el día 4 de febrero se llevó a cabo la audiencia de control de la detención de Víctor Manuel Brito Balam y sus cómplices pero el juez Miguel Ángel Tuyú Martín decretó como ilegal la misma, mencionando que había inconsistencias en el Informe Policial Homologado (IPH) y dejo en libertad a los malechores. Posterior a la resolución se solicitó la orden de aprehensión que fue concedida y continua vigente.
Victor Brito Balam y compañía regresaron a delinquir a las calles pero su destino no era terminar encerrado sino asesinado y así fue; hoy su cuerpo permanece en el SEMEFO luego de haber sido encontrado sin vida y desmembrado.
