Cancún.- Luego que ciudadanos detectaron a un grupo de menores de edad trabajando en calles de Benito Juárez, haciendo malabares y pidiendo dinero, llamaron al 911 para que las autoridades acudieran en su rescate. Sin embargo, lo único que pasó fue que policías los corretearon, pidiéndoles no estar en la zona, en lugar de sacarlos de condición de calle, procedimiento erróneo, como lo admitió el director de Participación Ciudadana de la Secretaría de Seguridad Pública, Julio Góngora Martín.
El sitio donde una niña y cuatro niños de entre cuatro y 12 años aproximadamente, hacían malabares a cambio de monedas era la confluencia de las transitadas avenidas Xcaret con Yaxchilán, donde se ubica Plaza Las Avenidas; en particular en el cruce de donde se ubica el Burger King en dirección a la Cruz Roja.
Junto ellos había una mujer de 30 años aproximadamente, que al parecer es quien se encarga de los pequeños y que también lleva un bebé en la espalda.
El riesgo es que estos menores están haciendo malabares entre los carros y debajo del intenso sol y por eso fue que se pidió la intervención de las autoridades, para rescatarlos.
Sin embargo, los policías que acudieron al llamado no les ayudaron, simplemente les llamaron la atención y les dijeron que no podían estar en esa zona; posteriormente la unidad se retiró. Inmediatamente después, los pequeños continuaron trabajando como si nada hubiera ocurrido.
PROCEDIMIENTO INCORRECTO: GÓNGORA
El proceder de la Policía estuvo mal, reconoció el director de Participación Ciudadana de la Secretaría de Seguridad Pública, Julio Góngora Martín. Pues existe un protocolo en estos casos, y no se siguió.
“Lo primero que tiene que hacer quien reporte, ya sea la ciudadanía misma, es llamar al 911; comentar lo que acontece. como en este caso unos niños en condición de calle; inmediatamente enviar a una patrulla especializada como es el Grupo Geavi y en lo que va tiene que dar notificación; en el DIF hay un área de la Procuraduría de la Defensa del Menor; no se les ahuyenta; hay que retenerlos”, aseguró en entrevista el funcionario.
Posteriormente de que se les retiene se intenta localizar a los padres o tutores; y son estos funcionarios de la Procuraduría los que guían a los policías.
Y se debió revisar si en este caso la persona adulta que los acompañaba era su madre o tutora legal. Si ella demostrara que fueran sus hijos, ella recibiría una amonestación y se le obligaría a firmar un documento en el que se compromete a mejorar las condiciones de vida de los menores.
“Y no exponerlos a pedir limosna, y no solo eso bajo la inclemencia del sol, sino los derechos que tienen esos niños de acudir a la escuela y a ser protegidos; indudablemente llevarlos a la calle a esa hora o lo que sea no está bien; la Procuraduría de la Defensa del Menor es la que debe actuar”, reiteró.