Venganzas entre células delictivas están detrás de las cuatro ejecuciones registradas ayer en Huapix y Lázaro Cárdenas.
La Policía Ministerial investiga para el deslinde de responsabilidades.
La madrugada del domingo dos personas identificadas como Eliezer G. L., y Berzaín H. C. comían en una lonchería ubucada en Xulhá, cuando llegaron dos sujetos en una motocicleta que se hicieron pasar como clientes y dispararon en contra de ellos.
Los presuntos sicarios huyeron con rumbo desconocido, mientras que clientes y empleados de la lonchería, identificada como “el Retorno del Trailero”, quedaron atemorizados.
Solicitaron el apoyo de las autoridades. Los paramédicos no pudieron hacer nada, pues las dos personas dedicadas al servicio de transporte, habían fallecido.
La disputa por el tráfico de “fayuca” fue la causa aparente.
En otro caso, la tarde del mismo domingo, fueron reportadas dos muertes violentas en un rancho ubicado entre las comunidades de Chacchoben y Lázaro Cárdenas, en el municipio de Bacalar.
Héctor C. denunció a las autoridades ministeriales que el sábado su hermano Abraham acudió a supervisar su rancho, pero no regresó.
Relató que la tarde de ayer fue al lugar y encontró a su hermano jy al velador, Carmelo, muertos, entre charcos de sangre. Tenían heridas en la yugular y también disparos en la frente.
Como ningún objeto fue robado ni el lugar había sido registrado, autoridades ministeriales concluyeron que se trató de ejecución.
A días de concluir el presente año, Othón P. Blanco reporta 26 muertes violentas, en tanto que en Bacalar, 33.
La mayoría relacionada con venganzas entre grupos delictivos que se disputan el control de la plaza.
