Por Pedro Canché
Como en Santo Domingo, de la Ciudad de México, ahora cualquiera puede venir y pagar por un título en los Centros Ceremoniales Mayas. Y esto es culpa de quienes no tienen identidad con los mayas Cruzo’ ob. El promotor del inexistente cargo Nojoch Shuunan (gran señora) que le otorgaron a Laura Fernández fue el campechano Alfredo Caamal, quien aprovechando su cargo que tuvo alguna vez como enlace con los mayas convenció a los dignatarios mayas de la Cruz Parlante de otorgar ese cargo a la panista por circunstancias.
Alfredo Caamal, el campechano, fue junto con Miguel Ramón Martín Azueta los fundadores del Partido Confianza, de priistas y anexos que no querían ser panistas ni perredistas y querían una identidad propia. Ahora van junto con el PAN y el PRD aliados con Laura Fernández.
Los mayas pueden hacer y deshacer en esos temas. Son sus usos y costumbres, pero endilgados y obligados o azuzados a forzar sus usos y costumbres con el dinero de la campaña electoral es otra cosa. Y Alfredo Caamal está haciendo lo mismo que Gastón Alegre hizo al dividir a los mayas en los años noventas.
El terreno de la Cruz Parlante permaneció en el olvido desde 1901 hasta 1984 cuando el alcalde Sebastián Estrella Pool a petición de estudiosos de los mayas creó un museo en el lugar con los vestigios del campamento político- militar de los mayas Cruzo’ob en su guerra contra los yucatecos y los mexicanos.
Siriaco Pacab, un descendiente de los maya Cruzo’ob que vivía en ese predio de la Cruz Parlante desde pequeño fue corrido junto con su familia por Estrella Pool a otro terreno. En un censo de los dignatarios mayas en esos años ochentas se descubrió que muchos de dichos dignatarios no cabían en los otros centros ceremoniales por cuestiones de cupo o por diferencias vecinales. Entonces las autoridades municipales crean el Quinto Centro Ceremonial y es el que vemos ahora en Felipe Carrillo Puerto.
Esto creó un cisma con los mayas de los Centros Ceremoniales de Tixcacal Guardia, Chancah Veracruz, Tulum y Chumpón a donde fueron llevados los utensilios sagrados en 1901 para que no sean contaminados por los mexicanos enviados por Porfirio Díaz a exterminar al pueblo maya y pusieron la bota militar en la ciudad sagrada de Noj Ká Santa Cruz Balam Naj Kampokolche hoy Felipe Carrillo Puerto. Don Isidro Poot, el último jerarca maya de Tixcacal Guardia y los otros generales nunca reconocieron al Quinto Centro Ceremonial.
Esfuerzos políticos no pudieron unir estos centros. Y el uso político que le dio el cacique radiofónico Gastón Alegre en los años noventas cuando quiso ser gobernador dividió más a los mayas. La muerte de los generales rebeldes y con sucesores más blandos la cercanía se fue dando con el Quinto Centro Ceremonial. Sin embargo en estas elecciones otra vez se acrecentó la división con títulos sacados de la manga no por iniciativa maya sino por promotores políticos sin identidad Cruzo’ob como Alfredo Caamal del Partido Confianza en Felipe Carrillo Puerto, cuando sacó de la manga el nombramiento a Laura Fernández como Nojoch Shunaan y Hernán Villatoro del Partido del Trabajo en Tixcacal Guardia cuando prematuramente hizo que le entregaran el título de Nojoch Kiik a Mara Lezama.
La ganadora de estas elecciones tendrá que hacer dos cosas:
-Conocer esos usos y costumbres y no dejar que políticos del momento jueguen con las costumbres a costa de unos pesos.
-Integrar a los 484 dignatarios mayas con un sueldo digno y con prestaciones sociales a la nómina gubernamental.
Esto mínimo para los mayas Cruzo’ob que aún caminan y viven de la selva maya y sus costumbres derivados de una digna rebeldía.