AGENCIA SIM
Tulum.- El Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah), informó que dentro de su agenda cultural de diciembre, está contemplada la presentación del hallazgo de la “Roca de la fundación” en la zona arqueológica de Cobá en Tulum.
Especialistas adscritos al Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), implementado por la Secretaría de Cultura federal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia en sitios arqueológicos cercanos a la ruta del Tren Maya, han estabilizado el soporte pétreo donde se inscribe este elemento de cerca de 1 mil 500 años de antigüedad, mismo que, entre otros aspectos, revela nombres de sitios, deidades y gobernantes que no se tenían identificados en el corpus de inscripciones de Cobá.
Si bien varios pasajes son difíciles de leer debido a la erosión de la roca y a las concreciones de sales adheridas a su superficie, el registro del monumento, así como el análisis de sus modelos tridimensionales y fotografías con luz rasante, ofrecen detalles que abonan a la comprensión del texto, el cual abarca 4.30 m de ancho por 3.50 de alto y se compone de 123 cartuchos jeroglíficos, dispuestos en 13 columnas y 13 filas.
De acuerdo con los investigadores del Inah, se ha determinado, por ejemplo, que la inscripción comienza con el año 569 d. C., relacionado con la fundación de Kehwitznal, “lugar de la montaña del venado”, y que debe corresponder al antiguo nombre del grupo Nohoch
Mul de Cobá.
La inscripción en roca continúa con la proclamación de un gobernante cuyo nombre puede leerse parcialmente como K’awiil… Ch’ak Ch’een, personaje identificado por primera vez y, sin embargo, de acuerdo con especialistas del Centro de Estudios Mayas del IIF, UNAM, su antropónimo muestra cierta semejanza con el de una soberana registrada en la Estela 30 (ubicada en un cuarto del complejo Nohoch Mul), quien celebró el final del periodo acaecido en 573 d. C.
Además, es similar al contenido en la Piedra Jeroglífica C de Okop, sitio al suroeste de Cobá, donde también se ha registrado una mención a Testigo Cielo, afamado gobernante de la dinastía Kaanu’l.
Más adelante, la inscripción refiere a los dioses patronos del sitio, divinidades que formaron Cobá en una fecha del pasado mítico, enlazando este acontecimiento con la entronización de la deidad tutelar Bolon Tz’akab Ajaw, “señor de las innumerables generaciones”, asociado con las fundaciones dinásticas en el área maya.