Chetumal.- En el cuarto día de audiencia, después de tres días de desahogo de pruebas, hoy fue declarada culpable de peculado Paula González Cetina, ex directora de la Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), en el gobierno de Roberto Borge Angulo, por el extravío de más de mil 55 millones de pesos de una contraprestación entregada por la concesionaria Aguakan.
Aunque ya tiene fallo condenatorio, la sentencia será dictada en una audiencia programada para el próximo 21 de febrero, a las 16 horas. En tanto, continuará con arraigo domiciliario, pues el juez se negó a cambiarlo por cárcel preventiva, pese a los argumentos de la Fiscalía que la inculpada podría darse a la fuga.
El peculado del que se le halló culpable es por mil 55 millones de pesos 999 mil 962 pesos, dinero depositado por Aguakan a una cuenta de CAPA el 18 de diciembre de 2014, e indebidamente transferido a Sefiplan ese mismo día. Este acto fue considerado un daño patrimonial sustentado, por parte del juez.
Ese monto fue entregado como parte del acuerdo por la extensión de la concesión para el servicio del agua en Benito Juárez e Isla Mujeres, así como la concesión de este servicio en Solidaridad. González Cetina fue detenida en noviembre de 2017, aunque desde abril del año pasado, gozaba de arraigo domiciliario, luego que alegara ser el único sostén de su familia.
La Fiscalía ha exigido la reparación del daño y 10 años de cárcel para la exfuncionaria; sin embargo, la sentencia todavía será dictada en otra audiencia, el próximo 21 de febrero.
La audiencia duró 90 minutos, desde las 7 a las 8:30 de la noche, posterior a lo cual, Paula González Cetina se retiró a su casa acompañada de sus abogados, al mantener el juez el arraigo domiciliario, pese a ser ya culpable de peculado.
Se trata de la tercera funcionaria borgista en recibir una sentencia condenatoria. Ya antes, dos titulares de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), Mauricio Rodríguez Marrufo y su sucesora, Paulina García Achach, fueron sentenciados en procesos abreviados y puestos en libertad, al pagar una reparación de daño y considerarse el tiempo ya servido.