CUEVAS

Cuevas colapsarían debido al paso del Tren Maya

El suelo cárstico de la península; no es compatible con una obra de esta magnitud, advirtió Jerónimo Avilés

Desde el punto de vista espeleológico –las cuevas y cavernas– el Tren Maya es un proyecto inadmisible para la zona por el suelo cárstico de la península; no es compatible con una obra de esta magnitud, advirtió Jerónimo Avilés, quien forma parte del equipo que ha realizado el hallazgo de 10 humanos de la Era del Hielo en cuevas subacuáticas.

“Es inviable poner un tren en esta zona y en general en toda la península… en el estado tenemos el sistema de cuevas inundadas más grande del mundo y no tardan en conectarse estos sistemas para que se haga la cueva subacuática y seca, más grande del mundo”, explicó.

Hace unos días, el director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) anunció que debido a la existencia de zonas arqueológicas y complicaciones en el subsuelo, la ruta del Tren Maya sería la propuesta originalmente.

La ruta que fue descartada contemplaba ir de Valladolid a Cobá y de ahí a Tulum, con ramal a Cancún; el trazo original contempla la conexión directa entre Valladolid y Cancún.

El ex colaborador de la subdirección de Arqueología Subacuática del INAH del 2004 al 2011 en 27 proyectos de investigación y 300 sitios subacuáticos registrados en mar Caribe, Golfo de México y cenotes de la Península de Yucatán, apunó que el suelo de esta región es sumamente frágil.

“Tenemos ejemplos de socavones, unos antiguos y otros más recientes, en la carretera hemos tenido ejemplos claros que no tienen más de cinco años. Entiendo la parte social del proyecto de detonar el desarrollo en partes marginadas, pero es inviable ponerlo en esta zona”, remarcó.

Como ejemplo de la fragilidad del suelo, citó que cuando están buceando en las cuevas inundadas y pasa un tráiler de doble remolque, ellos sienten la vibración.

“Uno de los mecanismos de creación de las cuevas son los colapsos y estos suceden de manera natural, pero si ponemos una fuente de vibración de la fuerza de un tren podrían crearse derrumbes de suelo”, previó.

A pesar del amplio conocimiento que junto con su equipo de trabajo, tienen sobre las venas subterráneas que recorren el territorio quintanarroense, no han sido llamados a informar u opinar en los grupos de trabajo para el diseño de la ruta del Tren Maya.

“El gobierno debería trabajar junto con los grupos espeleológicos que operan en la península. Nosotros somos los que mejor sabemos de la espeleología de la Península de Yucatán y esta ciencia es una de las ramas de la geología, tendrían que estar todos los geólogos aportando todo lo que la ciencia ha generado. No deben ignorar todo esto”, remarcó.

Con información de Eva Murillo