Chetumal.- Sin poder utilizarse por diversas fallas estructurales, el Basurero Intermunicipal, que se construyó para el tratamiento de los residuos sólidos de los municipios de Othón P. Blanco y Bacalar, está llamado a ser un elefante blanco más, en donde se invirtieron recursos públicos por más de 10 millones de pesos, que literalmente se han tirado a la basura.
Una obra mal hecha, con vicios ocultos, inoperante y que no refleja la inversión realizada – más de 10 millones de pesos- por parte de la entonces Secretaria de Ecología y Medio Ambiente estatal en el sexenio de Roberto Borge, cuya empresa constructora no quiere, hasta la fecha, otorgar las garantías y reparar los daños estructurales de este espacio para el manejo de residuos sólidos, que se suponía recibiría diariamente más de 80 toneladas de basura, proveniente de los municipios de Bacalar y Othón P. Blanco.
El problema crucial es que no se tiene el dinero para invertir en una unidad de transferencia o góndola, ya que el basurero intermunicipal está a 110 kilómetros de la capital, se había decidido que sirviera solo a la Costa Maya, principalmente que recibiera los residuos sólidos de Mahajual y Bacalar, sin embargo tampoco se utiliza y en el caso de estos destinos turísticos se deposita la basura a cielo abierto y en predios privados, a cuyos dueños se le paga una renta.
Sin embargo en octubre de 2016, se llevaron dos camiones recolectores llenos de residuos sólidos y al probar el andén de subida y bajada, éste se desplomó, ya que no aguantó el peso de uno de los camiones, provocando que se tuviera que solicitar una grúa para sacar la pesada unidad.
Eduardo Espinosa Abuxapqui y José Alfredo Contreras Méndez firmaron el acta de entrega de este Basurero Intermunicipal, construido a cinco kilómetros de Cafetal dentro del municipio de Othón P. Blanco, pero ninguno de los actuales ayuntamientos lo usa, ya que aún no hay luz verde para que se utilice, pues hay demandas de la Contraloría Municipal capitalina contra la empresa y los ex funcionarios responsables.
Estos ex funcionarios fueron muy irresponsables al firmar sin cerciorarse, sin hacer las pruebas y sobre todo por ser parte de una gran corrupción en estos 10 millones de pesos provenientes del gobierno estatal”.
Estos 10 millones de pesos se invirtieron en un Relleno Sanitario, que tiene una celda de 80 por 80 metros, una laguna de lixiviados de 40m por 30 m de 1.5 m de profundidad cubierta con una capa de geo-textil con una geo-membrana de 1.5 milímetros de espesor y con la capacidad de recibir unas 80 toneladas de residuos sólidos diariamente.
Se averiguó que entre las medidas tomadas contra los ex presidentes municipales, Eduardo Espinosa Abuxapqui y José Alfredo Contreras Méndez, los recursos –los 10 millones de pesos- provinieron de la entonces SEMA, por lo que también a través de la Función Pública se arman los expedientes para castigar a los exfuncionarios borgitas involucrados, ya que no hubo una garantía por parte de la empresa constructora, que evidentemente hizo una obra inoperante.
Asimismo se sabe que no existe interés en el municipio de Bacalar por utilizar este nuevo relleno sanitario, ya que están enfrascados en pleitos jurídicos con el Ejido Aarón Merino Fernández, quienes reclaman el uso ilegal de 80 hectáreas, en donde actualmente se deposita la basura de los bacalarenses.