Cancún.- El Ayuntamiento de Benito Juárez detectó un alto número de operaciones irregulares en las que se sospecha lavado de dinero, con varias empresas y en diversas áreas, motivo por el que se contactó ya a la Unidad de Investigación Financiera de la Secretaría de Hacienda para que tomen cartas en el asunto, a partir de un convenio que se signará el mes siguiente.
Detrás de la mayoría de los casos, estaría un exfuncionario que duró por varias administraciones y que estuvo en distintas direcciones, pero que ya no se encuentra en el estado. Esta persona incluso trabajó en varios ayuntamientos, reveló Hugo Alday Nieto, secretario técnico del Ayuntamiento, quien se reservó los detalles, por el sigilo que deben llevar estas investigaciones.
El funcionario indicó que ayer sostuvieron una reunión con el titular del UIF, Santiago Nieto Castillo (ex titular de Fepade, despedido por investigar el caso Odebretch), con quien acordaron signar este convenio para mantener un contacto directo, sin intermediarios como el Gobierno del Estado o incluso la Secretaría de Hacienda. Posterior al encuentro, coincidieron con personal de la Fiscalía Anticorrupción y se comenzó directamente a trabajar, acordándose armar mesas de trabajo para continuar estas labores.
El secretario señaló que ellos no tienen facultades para investigar delitos, y por tratarse de materia fiscal, decidieron dar parte a la UIF como la instancia capacitada para “verificar esta presunción”.
A la pregunta si se presuponía lavado de dinero al interior del Ayuntamiento con empresas, la respuesta de Hugo Alday fue un “sí” inequívoco.
Aclaro que todo esto surge de dudas de la entrega-recepción, por lo que correspondería a la administración de Remberto Estrada Barba.
Las inconsistencias e incluso quejas implican empresas particulares, ciudadanos afectados y funcionarios públicos, abundó.
No se ha cuantificado aún a cuánto ascendería el quebranto, de haberlo.
– ¿Estuvo en varias direcciones, en varias administraciones y varios municipios? Pues ya, ¡dígannos el nombre mejor!- exclamó un reportero.
– No, porque se me pela.