Por Guillermo Miranda
Chetumal.- Talleres mecánicos, de hojalatería y pintura, operan sin la garantías de servicio para la protección del usuario, debido a que solo se establece un presupuesto y un contrato “verbal” de servicios sin que exista el compromiso de cumplimiento de ambas partes, en donde siempre sale perjudicado quien da el consumidor final.
La Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) precisó que este es un problema a nivel nacional y solo en las grandes empresas o talleres existen esos contratos en donde ambas partes se comprometen a cumplir y hay pagos parciales y totales y por supuesto las garantías, afirmó la
Jefa de la delegación Anarely Cadiñanos.
Las quejas por los malos servicios que prestan este tipo de negocios se presentan de manera constante y cuando se cita a la parte proveedora simplemente, al carecer de un contrato o un acuerdo por escrito, legalmente no se les puede obligar a cumplir o corregir los desperfectos de sus trabajos, que muchas veces es el principal reclamo.
La labor de la PROFECO es conciliación y que ambas partes lleguen a un acuerdo pero en la gran mayoría de los casos que se denuncian los talleres de hojalatería y pintura o los mecánicos y eléctricos, se niegan a corregir los desperfectos y mucho menos a devolver el pago de sus servicios, debido a la ausencia de un contrato previo que legalmente los obligue a cumplir.
En ese sentido, la encargada de la delegación de la PROFECO en Chetumal, Anarely Cadiñanos Flores, dijo que varios de estos negocios operan de manera irregular.
Ya que no cuentan con un contrato de prestación de servicios, emitido por esta dependencia federal o regulado por la misma.
De hecho, hasta el momento la PROFECO contabiliza al menos 10 quejas de este tipo al mes, que en un 80% se resuelven medianamente a favor del consumidor mediante una audiencia conciliatoria, pero no hay una satisfacción total al no haber un contrato de prestación de servicios avalado por esta dependencia federal.
Las sanciones por esta omisión, van desde los 600 mil pesos hasta los cuatro millones de pesos, por lo que la PROFECO exhorta a todos estos establecimientos a regularizarse para evitar que cuando se radique una queja de un consumidor y al no carecer de contrato pudiera ser objeto de una multa.