Este año Quintana Roo ha experimentando un fenómeno que en las últimas semanas se ha intensificado a diestra y siniestra en toda la extensión del estado, no hablamos del sargazo sino del famoso «chapulineo» en temporada electoral.
Desde el anuncio de Mara Lezama como candidata de MORENA a la gubernatura del estado, hemos sido testigo de como militantes de antaño de diferentes partidos políticos han brincado hasta el partido de la 4T para evitar ser aplastados de un pisoton, cuál chapulín, el próximo 5 de junio en las urnas.
Este fenómeno está afectando todo los rincones del estado, entre ellos, el Congreso del Estado donde dos legisladores optaron por saltar a la bancada guinda.
Se trata del perredista Pedro Pérez y el priísta Carlos Hernández Blanco, quienes se dejaron ver en una reunión donde todos los legisladores morenistas posaron junto a la candidata Mara Lezama.
En días pasados Pedro Pérez anunció su renuncia al PRD argumentando que su decisión derivó a la falta de acuerdos con su partido y aseguró que sería diputado independiente. Por su parte Carlos Hernández, quien llegó a la curul vestido del tricolor, no hizo anuncio de renuncia alguna sorpresivamente abandono la banca dónde gran parte de la Legislatura permaneció solo hasta la llegada de la diputada Rosario Ortiz Yeladaqui.
Hoy los legisladores dejan la representación de sus ex partidos con dos diputadas en el PRD y una en el PRI fortaleciendo así a la bancada de MORENA que de por sí ya tenía mayoría legislativa y ahora también mayoría absoluta con 17 diputados.
Es evidente que en temporada electoral todos buscan un espacio donde sus intereses no se vean afectados, Pérez Díaz y Hernández Blanco lo saben por eso se fueron antes de que sus partidos sean acribillados en las urnas.
