Cancún.- Montado en cólera, un hombre que dijo ser “portavoz de los pueblos indígenas” y que admitió “enseñarle a trabajar” a varios niños, acudió esta mañana al Palacio Municipal para exigir una explicación, por la retención de uno de sus muchachos, ocurrido ayer por una patrulla municipal en el primer cuadro de la ciudad.
Nicolás Hernández Santillán llegó acompañado de dos niños y de una mujer, que no era su madre, todos dedicados a la venta de artesanías, para denunciar que ayer que dos agentes de la Policía Municipal detuvieron a uno de estos menores, de 11 años de edad, le quitaron los zapatos, lo subieron a la patrulla 5924 y lo tuvieron al sol por 20 minutos, para luego liberarlo, como “castigo” para que se retirara de la zona.
La detención, según el testimonio, ocurrió en el cruce de la Yaxchilán con Cobá, y la liberación ocurrió a corta distancia, en el Walmart del centro, sin que el menor fuera canalizado con el DIF, pese a estar en situación de vulnerabilidad, y sin que fuera entregado a sus padres.
Hernández Santillán dijo que le enseña a los niños a trabajar y ganarse la vida “de una forma honesta”, pues su madre, que también se dedica al ambulantaje, sufre de diabetes.
Sobre qué autorización o permiso usan para esta actividad, afirmo que “el hambre y la necesidad”, añadiendo que no le importaba si era delito o no estar explotando al menor, retando a que salga alguna autoridad a que le dijera qué delito se trataba.
Iracundo, exigió hablar primero con la presidenta municipal, y luego, por nombre, pidió hablar con el regidor Humberto Aldana, de la Comisión de Comercio, para formar una mesa de diálogo.
Prometió acudir a la Comisión de Derechos Humanos y, en caso que no le brindaran situación, regresaría para protestar, pero no solo con “sus muchachos”, sino con pueblos indígenas.
– ¿Usted es su familiar?
– Yo soy su portavoz- aseveró.