Cancún.- En caso de que se apruebe la Ley de Seguridad tal como se ingresó al Congreso del Estado, por ser excesivamente restrictiva y dañar la calidad del servicio y las posibilidades de sus socios de obtener ganancias. Federico Ranero, gerente de Uber en México, reiteró la decisión de esta plataforma de transporte de suspender su actividad en el estado.
El representante de Uber hizo un llamado a la ciudadanía a expresar su derecho de elección y a los diputados locales, a aprobar una ley incluyente. Todo esto en una rueda de prensa a la que acudieron Eloy Peniche Ruiz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), y de Adrián López Sánchez, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Cancún.
Aseveró que la actual iniciativa quintanarroense discrimina a los usuarios y limita a los socios operadores. Ranero afirmó que están a favor de la regulación, como ya existe en 100 ciudades en las que operan, y están abiertos al diálogo con la autoridad.
El gerente de Uber indicó que el 56% de los mexicanos no tienen acceso a tarjetas bancarias, pero primordialmente se debe respetar el derecho de las personas de elegir su método de pago. Esto referente, al prohibir los pagos en efectivo, que es como se cubre el 40% de los viajes en la actualidad, y de los que 87% son efectuados por cancunenses, sector que sería desproporcionadamente golpeado con esta regulación, y al turismo.
La segunda restricción es que los vehículos deben tener menos de cuatro años de antigüedad y un valor superior a los 326 mil pesos, lo que dejaría sin alcance de la plataforma al 80% de los socios actuales, muchos de los que han invertido para poder dar este servicio.
“El 40% de nuestros socios eran desempleados y pasan a la economía formal por primera vez y por ello no pueden comprobar residencia” porque como explicó el empresario, un 22% serían afectados por la exigencia de comprobar dos años de residencia en Cancún.
De ser aprobada la Ley de Movilidad en su actual formato, Uber no podría garantizar la calidad de servicio y se vería en necesidad de suspender operaciones en Quintana Roo. Se tendría un servicio muy limitado, en el que los usuarios verían muy pocas unidades disponibles, y en el que los socios verían sus ganancias reducidas en un 40%.
“Tenemos una oportunidad única de poner al estado en una vanguardia internacional, que no vele por los intereses de una minoría”, indicó Federo Ranero. “Lo que quisiéramos es continuar contribuyendo al estado, no sólo como una opción de movilidad, sino de autoempleo para los más de mil socios conductores”.
“Somos un destino que está en los ojos de todo el mundo. No se puede permitir impedir la libre competencia”, aseveró. “La invitación a nuestros legisladores es que escuchen a los ciudadanos y a los turistas. Que tengamos reglas claras, pero de forma inclusiva”.
Por último, defendió la seguridad de su plataforma, pues sus futuros conductores pasan por estrictos exámenes, que van más allá de los antecedentes penales, al ser revisados en 500 bases de datos y sometidos a pruebas psicométricas, además de tener una continua retroalimentación de los clientes y análisis de los dueños de cómo conduce, por lo que se han dado de baja a 9 mil socios en el último año en México.
Cancún se presume de ser un destino turístico con las mejores playas, hoteles y restaurantes, pero que también requiere de servicios de primer nivel, indicando que con la llegada de Uber, muchos visitantes ya están relacionados con la plataforma, Eloy Peniche Ruiz afirmó, además de ser una herramienta para ingresos adicionales a muchos trabajadores, amas de casa y estudiantes.
Tener estas opciones nos irá distinguiendo a nivel mundial de destinos que carecen de ella, y en caso de perder a Uber, se daría un paso atrás, en imagen y en la limitación de otras actividades económicas, por un reglamento restrictivo y que se contrapone a las necesidades de desarrollo.